Ignacio Espinosa conduce la denominada Unidad de Post Venta, que reúne a más de 30 personas de la empresa. En esta nota, cuenta cómo se diferencian en este aspecto, para brindarle al cliente la tranquilidad que necesita.

“No se puede tener una máquina parada por un sensor. Por eso, nosotros llegamos rápido con nuestro servicio técnico, y con un asesoramiento realmente especializado”. Quien da ese ejemplo y aporta información es Ignacio Espinosa, responsable de la Unidad de Post Venta (UPV) de D&E.

Lo que dice este experto es clave para entender el concepto con el que la empresa encara este aspecto tan importante en cualquier segmento de la tecnología agrícola en un país como la Argentina. Por eso, vale la pena repasar los conceptos principales de la conversación que mantuvimos con él.

Espinosa, que tiene su base en las oficinas de D&E en Marcos Juárez, Córdoba, está vinculado a las áreas técnicas de la empresa desde hace más de 10 años. Pero, además, tiene una larga historia personal vinculada a la tecnología agrícola y a los fierros.

Fue operador de maquinaria agrícola desde muy chico, como empleado de equipos de siembra y cosecha, además de participar de las actividades propias de un campo familiar en la provincia de Córdoba.

La Unidad de Post Venta que dirige está compuesta por diferentes áreas de la compañía vinculadas a la atención al cliente.

Incluye servicios a campo, instalaciones, soporte remoto, reparaciones y garantías (algo muy importante para equipos tan específicos como muchos de los que vendemos en D&E) y Service Plus, que apunta a servicios especiales, como los que se brindan a fábricas, distribuidores, concesionarios y algunos clientes muy grandes”, explica.

Espinosa dice que no quieren ser “un servicio técnico estándar”. Por eso, la UPV tiene 23 técnicos de servicios a campo, 2 operadores de atención remota, 5 especialistas en el área de reparaciones y algunos más en tareas específicas, que componen un equipo de más de 30 personas.

“Tenemos una amplia presencia territorial en todas las regiones de la Argentina, incluso al sur de Bahía Blanca”, resume el especialista.

Explica que la UPV es transversal a toda la compañía, ya que atiende los requerimientos de equipos de siembra, aplicación selectiva, drones, etc. Y no solo lo vinculado a la agricultura extensiva, sino también a cultivos intensivos, horticultura, vides, etc.

D&E tiene bases de reparaciones en Marcos Juárez, Córdoba, y en Buenos Aires. También otra en Paraguay. Pero, además, tienen una organización descentralizada, que ayuda a tomar decisiones y actuar más rápido.

“No hacemos un culto al jefe que toma decisiones. Hay mucha autonomía para que cada miembro del equipo actúe de la manera apropiada, con celeridad y en cada una de las zonas”, afirma.

Y agrega: “Todo eso forma parte de nuestra propuesta para fortalecer el vínculo con el cliente, ya que tenemos que estar cuando nos necesitan. Por eso también respondemos rápidamente y nos comprometemos a no tener un equipo en reparación por más de 48 horas”.

La UPV de la empresa tiene la certificación de PTx Trimble, marca de la que es representante exclusiva en Argentina, para llevar a cabo el mantenimiento y la reparación de sus tecnologías.

“Nuestros técnicos hacen con ellos todos los cursos necesarios y cuentan con las certificaciones correspondientes. Además, tenemos el equipamiento específico que hace falta para todos los casos”, relata Espinosa.

Agrega que todos realizan cursos de actualización permanente, validados por PTx Trimble, además de varios brindados por especialistas locales en atención al cliente.

“Como dice una campaña que lanzamos recientemente en las redes sociales, para una maquinaria equipada con tecnología que trabaja en el campo, ‘cada minuto cuenta’. Ese convencimiento nos lleva siempre a tener una postura proactiva para evitar inconvenientes”, dice Espinosa.

En ese sentido, “Cada minuto cuenta” ofrece el mantenimiento preventivo de equipos, con su costo bonificado, para encarar la campaña con seguridad y evitar las pérdidas que genera estar parados por algún inconveniente.

“No esperamos a que el cliente nos llame. Le ofrecemos ir para que tenga todo a punto y trabaje tranquilo”, resume.

Otro punto importante a la hora de hablar de un servicio técnico es el de los repuestos. D&E tiene dos grandes depósitos, en el que almacenan todo lo necesario para cada momento de la campaña. “Sabemos cuáles son las fallas más comunes, particularmente de elementos que están expuestos a golpes o roturas accidentales”, dice Espinosa.

Y precisa que no hay ningún problema con los respuestos, cuyas importaciones funcionan con fluidez.

Finalmente, el responsable de la UPV destaca la importancia que tienen para el cliente las guardias técnicas de la empresa, que funcionan todo los días, durante todo el día.

“Desde allí damos la primera respuesta a cualquier emergencia que tengan los clientes, a lo cual se suma una mesa de atención equipada con inteligencia artificial que tiene la capacidad de facilitarles el acceso a manuales y material de capacitación, entre otras cosas”, destaca.

En definitiva, como dice Espinosa, el objetivo de D&E es estar siempre cerca del cliente, ayudándolo a resolver cualquier necesidad que tenga, para que pueda seguir trabajando, porque está claro que, sobre todo en el campo, cada minuto cuenta.